sábado, 23 de julio de 2016

El ajolote mexicano

El ajolote (Ambystoma mexicanum), del náhuatl āxōlōtl («ā» -atl- = agua, «xōlōtl» = monstruo: "monstruo de agua") es una especie de anfibio caudado de la familia Ambystomatidae. Es endémico del sistema lacustre del valle de México y ha tenido una gran influencia en la cultura mexicana. Se encuentra en peligro crítico de extinción debido a la sobre explotación (para alimento, medicina y mascota) y por la contaminación de las aguas en las que vive.
Mide alrededor de 25 cm de longitud total, siendo raros los ejemplares que miden más de 30 cm. El ajolote tiene la apariencia de un renacuajo gigante con patas y cola; se caracteriza por tener tres pares de branquias, las cuales salen desde la base de su cabeza y van hacia atrás; ojos pequeños; piel lisa; y patas cuyos dedos son finos y puntiagudos, pero que no desarrollan uñas. La coloración del ajolote es muy variable; en estado silvestre la mayoría son de color café oscuro con el dorso negro, el vientre más claro, y manchas oscuras débiles y poco visibles en flancos y dorso. Pero también puede presentar patrones de coloración diferentes, especialmente en cautiverio: gris, café, verde pardo, anaranjado; e incluso blanco con ojos negros, albino dorado, albino blanco o casi negro.
El ajolote es endémico del Valle de México —más concretamente del sistema de canales de Xochimilco, en la Ciudad de México—. Antes de que sus poblaciones se vieran fuertemente disminuidas habitaba todo el complejo lagunar del valle, incluyendo los lagos de Texcoco y Chalco. Su hábitat son lagos o canales de aguas profundas con mucha vegetación acuática. Es una especie completamente acuática
Su dieta es muy variada va desde pequeños pecesalevinesacocilestubifexlombrices de tierra, tenebrios, y pequeños trozos de carne de pavo, pollo o res el cual no debe de ser cocido. La alimentación se debe suministrar una o dos veces por semana: estos animales pueden resistir un ayuno de varias semanas.

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